Pero hay uno en particular que me da vueltas y vueltas …. La equidad …. En toda su extensión………
¿Por qué me preocupa tanto la equidad?
La equidad viene del latín aequitas, de aequus, igual. Tienen una connotación de justicia e igualdad social con responsabilidad y valoración de la individualidad, llegando a un equilibrio entre las dos cosas, la equidad es lo justo en plenitud. Dentro de un contexto similar puede significar también:
Propiedad por la que la prosperidad económica se distribuye equitativamente entre los miembros de la sociedad.
(Del lat. aéquitas, atis.) f. Ecuanimidad. Propensión a juzgar con imparcialidad y de acuerdo con la razón. Moderación en los contratos o en el precio de las cosas.
La equidad debe darse en los siguientes ámbitos: laboral, étnico, social, y de género.
En esta búsqueda para calmar mi alma llena de conflictos internos por la justicia del mundo, me doy cuenta de que esta pequeña, pero hermosa palabra representa todo lo que me interesa decir, lo justo, lo igual, en lo laboral, étnico, social y de género…
Asistí a un foro en el Colegio de Ingenieros, acerca de la Distribución del Ingreso en Chile, y fue bastante interesante, la charla estuvo liderada por dos economistas, Humberto Vega y Joseph Ramos, uno de ellos pertenece al consejo asesor nombrado para esta labor por la presidenta, el señor Humberto Vega.
Según estudios que se han hecho por economistas franceses, las grandes desigualdades sociales llevan a grandes desigualdades económicas, y no al revés.
Claramente hay influencias en la distribución del ingreso, causadas por los distintos tipos de gobierno que han pasado por nuestro país. En los años 50 la desigualdad era muy inferior, luego aumentó bruscamente en el gobierno de Pinochet, debido principalmente a las políticas económicas de ese momento, cuyo exceso de apoyo y libertad a las grandes corporaciones, hizo más ricos a sólo unos pocos, incrementando la desigualdad.
Luego con el gobierno de Aylwin, se equilibro un poco, para luego volver a producirse una gran diferenciación en el gobierno de Frei, debido principalmente al gran crecimiento del país, de esa época.
Hay una diferencia demasiado abismante entre las Mega corporaciones (Mineras, celulosas, cadenas de retail, etc) y el resto de las compañías, en donde aun las más grandes, no logran siquiera acercarse a las utilidades de las mega_corporaciones, Hay datos estadísticos que muestran como las Mega corporaciones, reciben el 75% del ingreso total, por tanto sólo queda un 25% a repartir en todo el resto de las empresas, lo que lleva necesariamente a la triste conclusión de que las Pymes y el resto de empresas pequeñas, no tienen ninguna posibilidad de generar mejores ingresos, por ende, no pueden mejorar las remuneraciones.
Algo curioso, por ejemplo, es que prácticamente no hay ningún pobre que tenga apellido extranjero, lo que induce a pensar en que rasgos culturales y sociales de otros países influyen en la generación de recursos.
Chile ha crecido a tasas importantes en cuanto a los índices de productividad, pero la distribución de remuneraciones se ha mantenido pareja, casi sin variaciones. Esto ha influido claramente en los problemas de distribución, puesto que en países más desarrollados y con menos problemas de distribución, el crecimiento en la productividad generalmente va acompañado de mejoras en las remuneraciones.
En nuestro país la tasa de desigualdad es de 11 a 1, en países con una distribución más justa la diferencia es de 5 a 1.
¿Qué hacemos entonces?
Provocar un cambio en las políticas hacia las Empresas, principalmente con el fin de proteger a los más débiles. Por ejemplo:
Una cadena de supermercados, no debería pagar a sus distribuidores con facilidades de pago abusivas (considerando que se tienen fondos de sobra) como es ahora, de hasta 120 días, o más en algunos casos.
No se debería permitir instalar malls en ciudades de menos de 150.000 habitantes.
El estado debería adquirir sus productos en al menos un 35% o 40 %, a pequeñas empresas, de modo de balancear la carga, esto debería ser válido también para los servicios, pues muchas veces pequeñas empresas no tienen como participar en grandes proyectos, debido a la falta de recursos para cubrir las garantías.
Una idea bastante interesante a mi juicio, es que los sueldos deberían considerar una componente variable, sujeta No a las utilidades de las empresas (ya que se sabe que se falsean), si no a la productividad, de modo que si la empresa gana, entonces sus empleados también. Sin embargo, este componente debe considerarse como un “bono” calculado sobre el sueldo base, pues si a la empresa le va mal, el componente variable baja y evidentemente la remuneración también.
Poner un sueldo ético mínimo de $250.000, parece ser una labor que deberá abordar el estado, pues si se exigiera a las empresas, probablemente aumentaría el desempleo, además de que sería muy difícil llegar a un acuerdo político.
De ser así, esto traería un costo anual para el país de US$1.600 millones por año…. ufff , la mitad del dinero destinado para las mejoras de educación en nuestro país, pero sería un impacto muy visible y tremendamente potente para muchas familias de este país.
Se supone que el 40% de la población Chilena, tiene un sueldo inferior a los $250.000, y sin desmerecer esta triste realidad, no dejo de pensar lo mucho que me gustaría que la equidad se diera en todos los aspectos, sobretodo dentro del género de las féminas, quienes hemos trabajado duramente por años, en muchos casos más y mejor que los varones, y no logramos acercarnos a la equidad de sueldos que con justo derecho nos merecemos… una vez más justicia...
aaa... Lanita